La reacción química que experimenta el revestimiento con el material de la superficie se denomina polisilazanación. Los polisilazanos, que constan de una estructura básica de silicio-carbono y nitrógeno -u oxígeno-, pueden combinarse con la mayoría de los materiales superficiales mediante una reacción química en frío. Como el material no se ve afectado, esta técnica puede aplicarse fácilmente a superficies sensibles, como los cascos de los barcos.
El medio ambiente no se ve perjudicado por este revestimiento superficial. No es necesario que lleve su lancha o yate a un taller para ello. Su embarcación también puede recibir el revestimiento in situ. La protección duradera está garantizada porque el revestimiento de la superficie no se borra, a diferencia de la cera, nano recubrimientos y los pulimentos. Por lo tanto, también se garantiza una alta dureza. La técnica de revestimiento se desarrolló para los viajes espaciales, la construcción de aviones y el tratamiento de vehículos, pero su robustez también la hace perfecta para los barcos. Protege contra las influencias especiales por encima y por debajo del agua. Esta tecnología también se utiliza cuando las cosas se ponen difíciles y cuando una variedad de influencias dañinas actúan sobre los cascos de los barcos: En la marina. Los barcos navales están permanentemente protegidos.
Esta tecnología se ha desarrollado y probado en amplios estudios y procedimientos de ensayo. Se necesitaron unos 10 años para convertirlo en lo que es hoy.