Bomba de pulverización
Ocasionalmente, los impregnadores también se ofrecen como líquidos. Por regla general, estos se introducen en un frasco pulverizador con bomba. El líquido se presiona a través de una boquilla con la mano para que el líquido se atomice finamente y pueda aplicarse uniformemente a la superficie que se desea impregnar.
Espuma en spray
Estos productos son especialmente adecuados para artículos pequeños con superficies lisas, como las bolsas. A diferencia del spray clásico, no produce una niebla sino una espuma. Para distribuir esta espuma lo más uniformemente posible, es aconsejable utilizar una pequeña esponja.
Lavado
Más fácil aún que el spray de impregnación es el cuidado con los modernos Wash-In. Estos productos son especialmente adecuados para la ropa. El impregnante se coloca en el compartimento para el suavizante antes de poner en marcha la lavadora. Tras el lavado y el aclarado, el agente se distribuye uniformemente por toda la prenda. Esto permite impregnar incluso aquellas zonas que apenas son alcanzadas por un spray. El inconveniente es que el tejido del forro también está impregnado. Esto reduce la transpirabilidad de la chaqueta o el abrigo.
La tecnología que se utilice en un caso concreto suele depender del tamaño del artículo y de la naturaleza de la superficie. En el caso de artículos grandes, como una tienda de campaña, un toldo, una sombrilla o una capota convertible, un pulverizador resulta práctico. El spray también se recomienda para los zapatos de cuero o materiales textiles, ya que incluso las ranuras de difícil acceso pueden tratarse fácilmente con la fina niebla. Para los bolsos y maletas, se recomienda una espuma en spray. Las chaquetas, los abrigos y los pantalones para actividades al aire libre pueden impregnarse rápidamente y con un mínimo esfuerzo en la lavadora. Si no se quiere perjudicar la transpirabilidad de estas prendas, es preferible utilizar un spray.